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El 2001 en primera persona

Actualizado: 26 nov 2021


Colaboración externa de la Camarada Almendra, desde el agitado Oeste del conurbano bonaerense.

Corría diciembre de 2001, mamá hacía malabares en el trueque para que no cenáramos mate cocido todos los días. La fábrica de zapatillas en donde trabajaba, había presentado quiebra y entre laburantes se repartían la materia prima para cambiar en el trueque por comida.

En la manzana siempre nos juntábamos los mismos amigos. Las políticas neoliberales nos acercaban, la identificación nos unía. A todos nos pasaba que nuestros papas no llegaban a bancar la parada con la comida y con los gastos.


La tarde del 19 de diciembre del 2001, en el barrio se empezó a agitar que le iban a caer a los súper del barrio a buscar lo primario para bancar la olla. Se dio así. Cayeron de la barriada a saquear para comer. En Santa Marta hacía falta todo.


Se dio, entraron al súper a saquear. Pero el dueño, desde el techo, enfierrado apuntó y se llevó la vida de un pibe. Yo tenía 12 años, el pibe que paraba en el barrio tenía mi edad, pero su familia era más numerosa y el hambre no podía esperar. Cada vez que se acerca esta fecha, la piel de gallina me invade y pienso que podría haber sido cualquiera de nosotros. Las aguas se agitaron, el malestar social llegó a Santa Marta, Libertad. Partido de Merlo.

En la noche, los vecinos copaban la esquina. La policía, con un trabajo fino, caía en patrulleros y arengaban a los vecinos a quedarse en la puerta de sus casas, "CUIDANDO A SU FAMILIA" ya que pronosticaban que de barrios linderos venían a saquear lo poco que teníamos. La onda era que la gente empezó a copar Plaza de Mayo y no querían que nosotros, los negros de provincia, nos rescatáramos y encaráramos para Capital.

El miedo reinó. Los vecinos se quedaron despiertos copando la esquina esperando lo peor. En Merlo Centro, la gente se movilizó bajo la intendencia de Raúl Alfredo Othacehé. La policía reprimió: hubieron heridos y muertos que nunca fueron contabilizados. En Merlo nunca, ningún medio no afín al vasco, tuvo libertad de prensa. Porque en ¡MERLO SIEMPRE FUE ASÍ! ¡LA POLARIZACIÓN DE LA INFORMACIÓN! En el Merlo de Raúl la policía, los punteros y los transas mantienen una complicidad que los vuelve, de varias maneras, impunes.

Diciembre tiene ese no sé qué. Si creciste en un barrio popular sabes de lo que hablo. La piel se eriza y te acordas de que ¡la cena de todos los días era polenta!

¡NO OLVIDAMOS ¡NO PERDONAMOS! ¡NO NOS RECONCILIAMOS!


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1 Comment


guilllermoddiaz
Dec 23, 2020

Muy buen texto ! Un decir que, en primera persona, devela un trozo de "real" . Gracias !

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