El libro fue escrito en 1948, en Italia. El autor, de orientación católica y anticomunista, tuvo mucho éxito con esta publicación, la cual implico dos partes más, otras tantas póstumas e incluso varias películas (muy fáciles de encontrar). Hoy en día, tiene un importante valor histórico.
La novela transcurre en un pequeño pueblo del norte de Italia, en la posguerra, a orillas del rio Po. Son pequeños capítulos, llenos de humor, sencillez y de ironía, que se desarrollan en la vida diaria y cotidiana de la comunidad. Los principales personajes son Don Camilo, el cura del pueblo, y Pepón, el intendente comunista. A este binomio, hay que sumarla la particularidad que tiene el religioso: sus diálogos con el Cristo de la cruz de su iglesia, siempre pidiéndole consejos, que solo él puede escuchar. También son parte de esta historia, con un lugar secundario, los Camaradas de Pepón: El Flaco, El Brusco, El Pardo por mencionar a algunos. Obviamente, van variando a lo largo del libro, distintos lugareños con sus respectivas vidas.
Las historias del pueblo, son como las de cualquier otro. Siempre con un dejo de nostalgia (más aun para los criados en la urbe). Los aullidos misteriosos en el río, el amor entre dos familias enemistadas, la vieja maestra que conocía todas las macanas cometidas por todos, las bicicletas robadas, la crianza de los animales, las consecuencias de las guerras, la falta de médicos, etc. etc. Lo que hace más rico aún todo el relato, es que a esta dinámica se le debe sumar lo que ocurría en el país en aquellos años; El fin de la Segunda Guerra Mundial, el fin de la monarquía, el ascenso del Partido Comunista (el espectro de la URSS recorriendo Europa) y su caída, su enfrentamiento con el Vaticano, las elecciones entre el PC y la Democracia Cristina. El contexto tácito que refleja el libro, enriquecen la lectura, pero si no estamos al tanto de aquel, no la dificulta.
Los conflictos, discusiones y golpes entre el “líder Rojo” y el “líder de la Reacción”, no se hacen esperar. Cada uno tiene su visión de cómo solucionar los problemas del mundo. Que es lo mejor para el pueblo y el camino que debería seguir. Sin embargo, cuando el peligro asecha y ya se encuentra cerca, la unidad entre ambos es la solución. Generalmente, por la persuasión de Don Camilo sobre Pepón, ya que este es un comunista católico, pero anticlerical. Además, el intendente, es un hombre medio tosco y de pocas palabras, pero de gran corazón. Siempre poniendo por encima de sus intereses personales (incluso, a veces, los del Partido) los del bien estar del pueblo.
Cuando vamos leyendo el libro, surgen muchas dudas y preguntas pensando en nuestro país. ¿Cómo llevar adelante una política clasista en un ámbito rural? ¿Son los mismos interés y problemas que en las ciudades? ¿Qué problemas específicos ocurren? ¿y la relación con la tierra? ¿afectan los agrotóxicos a la población? ¿Cómo?
Sin dudas que las respuestas a estas preguntas son tan urgentes como necesarias.
¡ leggi e divertiti !
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