Los Calandracas - reseña teatral

El Circuito Cultural Barracas (CC Barracas) es un espacio teatral que vale la pena conocer. Desde hace años funciona como punto de encuentro entre el arte y la comunidad, y uno de sus proyectos más interesantes es el de Los Calandracas, una propuesta de teatro participativo que busca abrir el juego a la voz del público.

En una de las funciones recientes, se presentó una escena llamada De rumores y amores, donde se trabajan temas como el consentimiento, el uso del preservativo y la discriminación hacia personas con VIH. Lo que hace especial a esta obra es su dinámica: luego de ver la escena, el público —en este caso, adolescentes del barrio— tiene la posibilidad de interrumpir y proponer cambios, marcando el momento exacto en el que creen que algo podría haberse hecho distinto. Estuvimos con una Escuela del barrio observando la función y la grata experiencia extraula que promueve el teatro.

Los actores, con mucha empatía y flexibilidad, incorporan esas sugerencias y vuelven a actuar la escena, modificándola según las ideas del público. La moderación también cumple un rol clave, siguiendo de cerca las reacciones y ayudando a que las intervenciones tengan sentido. El rol del equipo comunitario del teatro es tan importante como el del actor.

Después, se genera una puesta en común donde los chicos y chicas pueden reflexionar sobre lo visto. Es un espacio cuidado, donde se habla sin juzgar y donde se parte del humor para llegar a temas serios.

Esta es solo una de las muchas propuestas que ofrece CC Barracas, que también pone en escena obras como El casamiento de Anita y Mirko, Los chicos del cordel o Barracas al fondo, todas construidas desde el trabajo colectivo y con una mirada social que atraviesa cada puesta. El teatro acá no es un espectáculo terminado, sino un proceso compartido donde el barrio tiene la palabra. Vale la pena acercarse, ver una función y dejarse interpelar.