Andor, el de Stars Wars

“el hacha olvida, el árbol recuerda”

La nueva serie de Stars Wars tiene como personaje principal a Cassian Andor, el cual hace su aparición en la saga en Rouge One. Ésta es una de las películas hechas cuando la franquicia fue comprada por Disney y que es una precuela que temporalmente encaja antes de Episodio IV. Con doce capítulos de 40 y pico de minutos, nos cuenta del origen de este personaje interpretado por Diego Luna y como llega a ser una pieza clave de la Alianza Rebelde.

Andor, nacido en el conurbano de la galaxia, lleva su vida adelante en un planeta que se dedica a la compra-venta de autopartes espaciales. La serie, se sale bastante del eje aristocrático que predomina en los Episodios VII y XIX -el XVIII busca romper con la cuestión del linaje- que también fueron hechas por la empresa del ratoncito. Se le da lugar y protagonismo a personajes por fuera de las dos familias que se disputan el lugar de la luz y de la sombra. Es gente normal, de a pie. Muchos laburantes, viejos/as y otras cosas más que sufren a diario la opresión en su pueblo por parte imperio, en su rol más de fuerza represiva que otra cosa. Hay mugre, mucha mugre. A lo largo de la serie vemos a “nuestro anti-héroe” ir superando sus dudas y sus miedos. El ir atravesando distintas situaciones de mierda, conocer su lugar de origen y cuestiones de su vida personal que, de apoco, lo van llevando a ser parte de la causa e ir asumiendo lugares de protagonismo.

En el centro político del imperio podemos ver como se empieza a dar una disputa en el congreso por la forma que comienza tomar la institucionalidad. Las nuevas leyes, los nuevos controles y los nuevos acuerdos. También se ven los distintos intentos llevados adelante por la senadora Mon Mothma por contrarrestar el avance de Palpatine, su continua diplomacia y varios de los usos y costumbres de su planeta de origen. En paralelo y en relación a esta cuestión, la organización de la Rebelión. Ladrillo a ladrillo se va construyendo y sumando adeptos a la causa. Como también las primeras acciones y reacciones. Personaje clave en esta cuestión es Luthen Rael, ya que es el eje de coordinación de estos dos mundos tan distintos en las apariencias. Personaje oscuro, misterioso y con capacidad de mando y organización. Es quien convoca a Andor a una primera pero importante misión. Sin lugar a dudas uno de los personajes que más promete a futuro.

Por último, como todo lo producido por Disney, hay latinos, negros, asiáticos y un par de lesbianas. Siempre buscando darles lugar a las minorías hegemónicas. Se ve que no hay lugar para los enanos y los gitanos en ningún lugar de la galaxia…

Algunas reflexiones

A partir de este reglón, son todas comentarios/reflexiones a partir de la serie. Lejos está de ser una serie con contenido socialista, como siempre destacan otras publicaciones de siniestros diarios no amigos. Pero, en cualquier ficción en que se luche por poner fin a la opresión, existe la posibilidad de que ocurran algunas cosas interesantes, incluso algunas cosas que podamos relacionar con nuestra historia.

Lo primero que podemos pensar es cuál es el mejor método para llevar adelante la lucha por un mundo distinto. La respuesta es contundente: depende del contexto y del hacer del enemigo de clase. No hay nada a priori que garantice el éxito ni fórmulas mágicas ni nada parecido. Los métodos surgen, de lo que se trata es de organizarlos. En este sentido, la guerrilla rural se desarrolla en situaciones extremas. El foco se plantea como el comienzo de la chispa (iskra), como el comienzo del fuego que va a quemar todo lo que sea necesario. Son momentos de tensiones muy fuertes, de incertidumbres y miedos (pregúntenle, entre tantos, al Comandante Segundo). La construcción del hombre y la mujer nueva tiene sus riesgos. La dificultad/incapacidad de ser líder, el contexto y el tener un fuerte conocimiento del territorio (imposible no pensar en Bolivia). La siempre presente posibilidad de triunfar y comenzar a crear lo que soñamos.

El camino al infierno está lleno de buenas intenciones. No alcanza con la excelente predisposición. El Manifiesto (esa poesía a la vida de Carlos y Federico) es clave. Son las ideas las que guían la acción y la acción la que guían a las ideas. La praxis. La bella y hermosa praxis. Es la rebelión puesta en marcha y para poder seguir avanzando, más temprano o más tarde, se necesitan armas. Las cuales debemos entenderlas como como prolongaciones del brazo y de la mente, y de todo el cuerpo.

¿De dónde salen las armas para hacer la Revolución? Del mismo lado de donde sale el dinero para realizarla: del enemigo. El asalto a la armería fue un éxito en la ficción. Quizá deberíamos aprender de Montechingolo. Del plan y de todo lo demás.

El enemigo también juega. Los servilletas quieren limpiar las células. Las células buscan vivir y crecer. La clandestinidad, los infiltrados y las vidas paralelas, son cuestiones cotidianas. La burocracia con un ruin fin – además de ser una jaula de hierro- y los traidores a su origen. Los mulos, los alcahuetes y, los más miserables, los seguridad privada. Su visión gris sobre la galaxia, el mundo y sus vidas. La voluntad de ser algo que jamás se lo van a permitir.

La Inteligencia artificial es un gran tema en debate. ¿es buena o es mala? Depende. Las cosas no poseen una esencia en sí mismas que lo definan. Partamos de que no podemos ser ludistas del SXXI. La cuestión es que clase se beneficia. Daría todo por un B2EMO, inteligencia artificial de la buena.

Siempre es importante fracturar al enemigo. Hacerle fisuras, hendijas. Bajarles la moral. Romper el bloque. La tan poco mencionada en la actualidad disputa interburguesa. Evitar que se consolide y se debilite. Saber qué hacen, que escriben y qué piensan. Además, un amigo banquero (o parecido) siempre es recomendable y también un Rafael Perrotta.

El fundamental que el cansancio que sufren las viejas generaciones a la opresión pueda ser absorbido por las nuevas. Los recuerdos de otros tiempos, el saber de lo dinámico de lo social y la posibilidad de cambio. El desconocimiento de los más jóvenes, el volver a empezar siempre, el inventar la pólvora otra vez. La ahistoricidad y los dueños de la historia (que son los mismos que son dueños de todo lo demás, decía Rodolfo Walsh). El padecer sin saber porqué.

Que la combinación entre prisión y toyotismo, sea solo ficción. Todo Mar del Plata tiene su Batan. Explotación laboral y organización del trabajo de punta combinada con una cuasi esclavitud. La combinación de turismo y sistema penal con pocos metros de distancia. La contradicción de los fenómenos. La necesidad humana de la comunicación y el peculiar lenguaje tumbero. Abrime la puerta que me quiero ir.

La necesidad de materializar otro 22 de agosto, de coordinar el accionar de los revolucionarios, es de ayer, hoy y siempre. En la serie, hasta el momento, no ocurre. Después ya sabemos que, más allá de las dificultades, si se logra. Es una necesidad histórica acá y en toda la galaxia. Cada vez más. La mezquindad y su relación con la incapacidad y la marginalidad. Hay distintas líneas, distintos dirigentes, distintos objetivos. ¿Quién conduce?

Las instituciones son creadas por el poder con el objetivo de mantenerse en dicha situación de privilegio. Más aún en contextos de crisis. Es imposible cambiar el mundo desde ahí. El circo es así: a veces con más luces encendidas a veces con menos. El camino es el inverso, cambiar afuera para lograr crear instituciones nuevas, con otros intereses. No es otro camino más seguro el de querer cambiar todo desde el congreso, es otro camino. Ya lo dijo la Rosa roja.

La luz, el porvenir, está en las alcantarillas, en las profundidades, en las cloacas. No hay que pifiarle en el sujeto histórico. El trascender de modo colectivo, siendo parte de un todo. El hablar y la sencilla (y difícil) cuestión de tener algo para decir. Il morto che parla no es en vano. El derecho de pueblo a rebelarse, a rebelarse contra su opresor. Donde hay dolor, habrá canciones (o por lo menos música).

Para cerrar, la pregunta es siempre la misma. Lo que se modifica es la respuesta. Son miles los motivos: el contexto personal y el político, la edad, el lugar, qué hacer, porque eslabón comenzar, etc. ¿Qué estás dispuesto a sacrificar por un mundo mejor?