Había que ganar y se ganó. Luego de un primer partido innecesario, que los nervios del debut, que el primer partido de varios, que el horario y el calor, que algunos llegaron sin ritmo, que el Var Deluxe, etc. Tres puntos y los llantos.
¿Que está mal que nos importe tanto un partido? ¿Que mañana sale el sol más allá del resultado? Si. Tal cual. Pero en un país tan descompuesto, donde no alcanza con trabajar para llegar a fin de mes, en qué no alcanza con ir a la escuela para aprender, es una de las pocas alegrías que la mayoría de los argentinos pueden tener. Ojo, el mundo tampoco anda muy bien que digamos. Es el mundo que ganó, nos guste o no. Quizá haya que intentar cambiarlo una vez más y no dedicarse a administrar miserias y a las formas del lenguaje.
Las redes sociales tampoco ayudan. Esa falsa sensación de que tu opinión importa, de que tenés algo que decir y de que tu opinión es tan importante con la del presidente de la #fifa, de #espen o #tyc. Sumemos la gran cantidad de aire de varios programas deportivos que no tienen nada que decir, de periodistas que se creen más importantes que los jugadores o los que directamente son lobbystas. Nos tomamos el atrevimiento de sugerir el programa @qatardenoche noche de uno de los pocos periodistas que respetamos y le prestamos atención, el ruso Verea @territorioruso .
Que #Scaloni este dirigiendo la selección y que #Aimar sea su ayudante, es casi un milagro. No porque no estén capacitados sino porque responde al caos que fue la #AFA luego de la (sabía) muerte de Don Julio tras la final del mundial de Brasil. Recordemos que el vasco Olarticochea (el de la nuca de dios) dirigió los JJOO de Río de Janeiro 2016 por ser el único DT con contrato en la AFAy era con la selección femenina. El tata Martino, renunció porque los equipos no le cedían a los jugadores (Angelicci, quien apostaba a conducir el organismo madre del fútbol argentino, tuvo mucho que ver). Agarro el patón Bauza y en breve fue remplazado por Sampaoli, con un contrato de cinco años.
Tras la milagrosa clasificación y el papelón de Rusia 2018, se lo despidió y como ya se estaban pagando varios contratos a la vez, necesitaban alguien que no exigiera demasiado en términos económicos, que llevará adelante el recambio generacional y que dijera el torneo juvenil que se disputaba a finales del 2018. Sin apuros, se lo contrato temporalmente y fue el primer paso para ponerle fin a una etapa de caos que no existía en la selección desde los '70 (obviamente no tuvo su equivalente en el fútbol local, pero eso será para otro momento).
El DT y su ayudante, conocen el predio de la AFA hace más de 25 años. No son improvisados. Son dos discípulos del técnico que más importancia tuvo en los últimos 30 años en nuestra selección: José Néstor Pekerman. Y el Coco? Y pasarella? Y Bielsa? Y el tata? Y el Diego? Y Sabella? Si, también. Pero el pudo trascender generacionalmente, dejar un legado, una forma de trabajar, de jugar, de sentir el fútbol. Dejo una escuela.
Siempre con perfil bajo, los pekerboys sumaron a Samuel y Ayala. Casualmente, los dos que se incorporaron a su equipo de trabajo, son centrales. El primero, de la escuela de #Ñuls (y también Campeon juvenil con José). El segundo, de la escuela del #Ferro de Timoteo. Además están Placente, surgido de #AAAJ, en los juveniles y Bernardo Romeo, de #estudianteslp, coordinando.
Con su intervención en la conferencia de prensa, quizá quería marcar una línea de trabajo hacia adentro pero también hacía afuera. Es #fútbol. Nada más. Nada menos. Porque cuando hablan, dicen y quién quiere escuchar, aprende. El razonamiento que seguía es que prefiere perder y que la mitad de los pibes en el país dejen de ser pobres, pero no lo puede decir. Tampoco dependería el resultado deportivo para ponerle fin a la miseria planificada. Sin embargo, van por ese camino y es entonces cuando volvemos a leer el título de este pequeño escrito y afirmamos con la cabeza.
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