El libro[1] es el resultado de ese breve momento histórico de la humanidad, en el que ya existía internet, pero no aún Facebook[2]. El contenido, es la recopilación del blog de Mirta Bertotti, personaje ficticio del autor, quien iba escribiendo en “su cuadernito” su vida cotidiana y la de su familia entre el 26 de septiembre del 2003 y el 23 de julio del 2004 en Mercedes, Provincia de Buenos Aires.
Mirta, una ama de casa cincuentona, es quien escribe. Su marido, medio bruto, el Zacarías. Su hijo mayor y el intelectual de la casa, el Nacho. El Caio, su segundo hijo, medio boludo, fumón y gran deportista. Sofi, la hija menor, que va descubriendo el amor y su suegro, Don Américo, il nonno, con su octogenaria juventud.
A lo largo de las paginas nos va contando sus alegrías y sus miedos. Las cosas que van saliendo bien y las otras. Entre tantas historias, podemos leer sobre los secretos para tener un matrimonio que dure tantos años, la relación del hijo mayor con la madre, la del segundo nieto y el abuelo, la que se da entre los hermanos y un antiguo secreto familiar entre el padre y el abuelo. También la relación con los vecinos, con el pueblo y los distintos amores/parejas de varios integrantes de la casa. En paralelo a todas estas cuestiones, vemos varios de los tristes y nefastos capítulos de la historia de nuestro país: de las dictaduras encabezadas por Onganía y Videla, del gobierno radical de Alfonsín, del gobierno peronista de Menem, la crisis del 2001 y un poco del gobierno de Kirchner. Ojo, ojito, no lo vemos en tanto análisis histórico, lo leemos en tanto padecimiento de nuestra clase: perseguidos y desaparecidos, cambios de monedas, hambre, desempleo, hiperinflación, pobreza, miseria. Como así también, incertidumbre, faltas de perspectivas, angustias, etc. etc. etc. Todo esto, con un sentido del humor bien ácido y absurdo. Bien para molestar e incomodar. A los golpes. Muchas cosas (diálogos, resoluciones, planteos) contadas desde el sentido común, que como siempre, es conservador. Una pedagogía bien anti freiriana. Todo lo que la generación de cristal-progresista, siempre de ámbitos urbanos, no tolera.
Hay muchos pasajes y capítulos muy buenos. Incluso, también los hay sobresalientes. A capricho de quien escribe, a gusto personal, destacó los siguientes:
“Valijas”, nos explica la primera mitad del SXX argentino con una simpleza admirable. También algunas cuestiones contemporáneas. “El Caio tiene alma”, es una lección de vida que nos hace pensar sobre nosotros mismos y nuestras costumbres. “Julito”, nos habla sobre los detenidos-desaparecidos, el amor a la lectura y la amistad. “Vivir para contarlo”, es sobre El Diego (10) y la felicidad de un pueblo[3]. “La tarde que te parí”. Un ejemplo del día a día de la híper, para quienes no la padecieron, pero sufren las consecuencias hasta el día de hoy.
Es un gran libro, de muy fácil lectura. Si lo lees, te va a gustar. Te va a hacer reír, quizá, en una de esas, también emocionar. No te lo pierdas, corazón.
Algunas cuestiones del autor
En una época en la que ya casi no se lee, donde los libros y las bibliotecas brillan por su ausencia en cada vez más hogares, consideramos importante destacar algunas cuestiones del autor, nacido en Mercedes el 16 de marzo de 1971.
En todos sus libros, escribe con una gran informalidad. Se leen fácil, sencillo. Para casi todas las edades, con un lenguaje totalmente contemporáneo y nada de cosas raras. También predomina el humor. Es un tipo que te hace reír. Es un contador de cuentos, de historias. Parte de premisas similares a las mencionadas más arriba.
Cansado que las editoriales lo estafen, creó la suya. Hace varios años que va por el camino de la autogestión. Además, en tiempos en que poco queda de la esencia de origen de gratuidad y colaboración de internet, banca el copyleft, es decir que todos sus materiales están de formar gratuita en la web.
En un momento donde predominan las pantallas, difunde la lectura por televisión, radio y por streaming. Tanto su literatura como la local y universal, la clásica como la contemporánea. Incluso, con su hija adolescente, hace charlas por zoom, hablando de los libros que ella va leyendo, de los autores, de lo que le genera y más.
Incursionó en el teatro, junto a su familia, y el libro que motivó esta reseña fue llevada al teatro por Antonio Gasalla. También hay otras dando vuelta por los escenarios.
Fundó la Revista Orsai junto a su amigo Chili. Les da lugar a varios jóvenes escritores sin recibir pauta oficial de ningún gobierno ni tener publicidad. Incluso, en la actualidad, están incursionando en la producción audiovisual.
Un gordo piola, alguien para tomar unos mates, compartir un asado y charlar mucho, pero mucho, de la vida.
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[2] Sugerimos nuestra nota: ¿Hay libertad de expresión en las redes sociales?
[3] Chichita, quien parió al esquenún del autor, nos lo lee por acá. Se recomienda tener un pañuelo cerca.
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