top of page
lacloacawebzine

Nuestra parte de noche. Mariana Enríquez (2019)

Actualizado: 10 sept 2021


Difícil, muy difícil, reseñar esta obra obviando la primera persona.


Porque agrede, sacude; perturba.


Una primera noción: “une los miedos de mi infancia con los de ahora, los de la adultez”.


Lo sobrenatural, lo desconocido, de chico; la más espantosa y acuciante soledad - muchas veces buscada, para colmo-, de grande. La locura por inducción de la hiper-conciencia.


Agradezco a la casualidad y al Heavy Metal haber curtido, ya por los albores de la década pasada, la literatura de Lovecraft. El indecible horror cósmico; lo innominable, inefable y omnipresente.


Entiendo que sin ese pasaje, me hubiera perdido gran parte de lo que expresa en esta monumental aventura, plagada de morbo y suciedad, a la que nos invita la grandísima Mariana Enríquez en esta novela blasfema. Pesadillas sólo tuve leyendo a Lovecraft, entre los 15 y los 18; y la novela que nos ocupa, ahora: a la patética y abrumadora edad de 34.


En balde sería relatar que en el periplo se anudan cultos paganos telúricos propios de nuestra Mesopotamia, milenarios animismos africanos, órdenes ocultistas de cuna de oro europea, la vida cotidiana de pibitos y pibitas de la capital y su conurbano, la dictadura genocida del 76 y la siempre pulsante e inagotable prepotencia del amor. Ni que decir del hervor (para)cultural de la siempre grata ciudad de La Plata allende los 80, en cuya descripción se anudan el espanto del impacto pandémico del HIV como novedad y se adivina, a su vez, algún trazo autobiográfico.


El amor en sordina; el amor dando patadas a muros de concreto. Hierro, sangre y huesos. Millares de huesos. El amor colándose por entre las grietas de esos muros de corrupción y codicia sin fin que embargan a nuestros poderosos a través de los siglos en su perenne búsqueda de la vida eterna. Literal y metafórica.


Triste y condenado aquél que no haya advertido, en esta majestuosa y provocadora obra en formato de novela, la obstinación del amor como vector. De ellos es la Oscuridad; ellos la conjuran y la traen a nuestro plano en cada acto.


Hubo cierta polémica, durante 2020, en torno a tal o cual premio otorgado a esta novela. Como de premios no sabemos ni nos interesa, nos retrotraemos al inicio de la reseña: qué generó esta novela en mí. Pues bien, lo dicho: estremecimiento, llanto, pesadillas, sonrisas y la conclusión de que es, precisamente, el amor, tan inasible como la Oscuridad.


Hablando de amor: agradezco a mi hermana, que cumple años en unas horas, haberme hecho llegar este verdadero clásico prematuro en ocasión de mi cumpleaños; hace hoy, un mes y veintiséis días.


Ningún lector tiene derecho a perderse esta obra. Ni a Mariana como autora.


(Reseña escrita un frío 29 de Mayo de 2021. A la noche).

76 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page