Iba a pasar. El tsunami de fulbo nos tapó por completo y nos quedó bastante colgado el asunto este de llevar un resumen periódico.
No obstante, podemos sintetizar algunas nociones generales sobre lo que el Mundial nos está regalando. Como siempre, gracias al Búho.
Apenas más aliviados por el triunfo del combinado nacional contra el siempre rudo México, podemos establecer que La Scaloneta supo mostrar el aplomo que faltó en el primer partido, y gracias a la zurda inmortal de un hasta entonces difuso Lionel Andrés, abrió un cerrojo con el que los aztecas no se sentían cómodos, aunque fuera esa toda su apuesta. Contrarrestar, aguantar, esperar; ser Arabia. Y no, che. No anduvo. Qué va a ser. Una sana costumbre: ganarle a México. Prestancia para saber cambiar tácticamente y también en nombres: eso tuvo el cuerpo técnico argentino. Y el golazo de Enzo Fernández decorando la euforia con sabor a futuro. Polonia puso las cosas en su lugar contra los saudíes; el miércoles nos toca contra ese equipo gris, austero…y no exento de peligros. Reiteramos: Lewandowski.
Mientras esto se edita, Ghana se impone 3-2 ante Corea del Sur en un encuentro vibrante y desfachatado. Serbia y Camerún nos obsequiaron esta mañana una lluvia de golazos: 3-3. En la primera Camerún perdió con Suiza, con un gol de un…camerunés. Sí, el desasosiego se hace presente también en el Mundial, por supuesto. Es cruel. Es fútbol. Ciento treinta y siete jugadores que defienden la bandera de países en los que no nacieron hay en esta edición mundialista. Serbia, en tanto, venía de aguantar hasta donde pudo al Brasil de siempre, en un partido en el que brilló el 1 serbio, brilló Richarlison, brilló Casemiro…y se lesionó Neymar. En definitiva, el Serbia-Camerún de hace un rato fue vibrante, emotivo. Una montaña rusa. Song, DT héroe de Camerún, clavó 4 delanteros y logró el empate tras ir dos goles abajo contra el joven y rebelde combinado serbio. Disciplina táctica y físicos europeos; impronta sudaca en el toque y gambeta. Esto describe a Serbia, para empezar. Ahora falta Brasil-Suiza.
Similar descripción que la ofrecida para Serbia puede hacerse extensible a la tradición futbolística croata –que no nos lea un croata o un serbio, por favor-. En el primer partido contra Marruecos no pudo desplegar todo el oficio y repentización que sí logró demostrar ayer domingo para aplastar a Canadá y dejarla eliminada de la competencia: 4-1 tras arrancar perdiendo. Perisic, Modric y Kramaric brillando. Equipo con futuro, Canadá. El morocho que juega de 9, Davies, parece llamado a trascender.
El triunfo de Marruecos (2-0) contra Bélgica, en tanto, detonó las internas dentro del plantel europeo: se empezaron a boquear públicamente los Hazard, los de Bruyne y el piberío nuevo. Courtois se come un gol inaudito y las calles de Bruselas estallan en disturbios con migrantes marroquíes. Muy lindo todo.
Tras arrollar a Costa Rica por 7-0, España no pudo ayer domingo con Alemania. Un choque de gigantes que prometía terminó siendo un prolijo y fino bodrio, definido con goles típicos de 9, de centrodelanteros de los de antes. Morata para la roja y un tanque de los de siempre para Alemania dejaron estampado un 1-1 que dejó sabor a poco. Alemania da pelea, aunque sigue caminando por la cornisa. La pobre Costa Rica se impuso casi por inercia ante un desconocido Japón que no pudo ostentar más que disciplina táctica y algo de velocidad. Se sabe: rebeldía y japoneses no pegan ni con moco.
En un intenso encuentro, el parco y funcional Ecuador de Alfaro le arrancó un empate a Países Bajos. De esos que se festejan, porque en los papeles los naranjas llevaban las de ganar. Reiteramos: a no distraerse que el equipo de Lechuga está para, al menos, pasar a octavos. Por el mismo grupo, Senegal se impuso 3-1 ante los pobres locales. Los jugadores qataríes podrán gozar, en lo sucesivo, de algún importante puesto de trabajo en el estado nacional, o bien en la industria del gas licuado. Al menos tírenles un camello, che. Son héroes.
Dos golazos de Irán vapulearon a una Gales que sí, efectivamente: era Bale y 10 más. Por el mismo grupo, un afianzado equipo yanqui rescató un empate contra las temibles huestes de Su Majestad Imperial Británica, que parece que regularon un poco el esfuerzo. Conscientes, acaso, de que lo suyo viene más adelante; una vez transcurrida la fase de grupos.
Uruguay es AC/DC: no evoluciona, no cambia, no se adapta. Funciona siempre. En un primer 0-0 con Corea mostró su habitual temple, sin demasiadas variantes pero siempre pillos y atentos a la menor distracción. Suárez, Valverde, Núñez, Betancourt, nombres y proyecciones temibles que, si se ensamblan, pueden obsequiar gratos momentos al espectador. Hoy lunes, en un partido que promete, chocan contra Portugal, que dista mucho de ser CR7 y diez más. Se trata de una generación trascendental de portugueses que sienten la necesidad y la presión de calzarse de una vez la pilcha de candidatos. Tienen todo para hacerlo pero siempre faltan 5 pal peso. En cinco mundiales convirtió goles ya el mítico Cristiano. Una bestia, le guste a quien le guste.
Cerramos con que Francia se impuso 2-1 a una Dinamarca que logró complicar…pero los franchutes tienen a esa gema llamada Mbappé, que no halagaremos más porque ya le tomamos bronca. Túnez perdió 1 a 0 con Australia pero no lo vimos. Les pedimos disculpas.
Lo dicho: se está ante un evento deportivo y cultural de dimensiones apoteósicas. La ligereza, la aptitud física y el juego vertiginoso marcan, salvo excepciones, la tónica dominante. Este fútbol ultramoderno ya es una realidad a nivel global: hasta los más rezagados e ignotos equipos, “pobres” en los papeles, interpretan el mandato de la etapa. Gladiadores todos. Una vez cada cuatro años, esta belleza. No merecemos menos.
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