Escultura y 22 de agosto
- lacloacawebzine
- 5 sept
- 10 Min. de lectura
“La historia aparece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las cosas. Esta vez es posible que se quiebre el círculo..."
R.Walsh

Un nuevo aniversario del 22 de agosto. Un nuevo aniversario para recordar a nuestros compañeros que llevaron adelante la fuga de Rawson y a los héroes de Trelew. Un nuevo día para reflexionar y difundir los hechos. Un nuevo día de encuentro.
En la Ciudad de Buenos Aires, el único encuentro por esta fecha se realizó en el Sindicato docente Ademys. La jornada estuvo impulsada por su secretaria de DDHH y por el Colectivo Artístico Contra Muro. Un lujo haber podido participar.
Fue una jornada distendida, con buena onda, ya que todos se sentían cómodos. Había lugar para las risas y para el re encuentro. Para compartir un mate o un vino. El frio no ayudaba, pero las ganas de estar ahí, sumaban un par de puntitos.
Se buscó, y se logró, que no sea una jornada gris, de “saludo a la bandera”. Hubo colores por todos lados (aunque el rojo fue el predominante). A las bellas palabras de inauguración del encuentro, siguió el hacer de la Camarada Analía. Con su actuación y su vestimenta (toda de negro y con los pañuelos de las causas justas en las que creemos, con las formas de las alas que necesitamos) la rompió. Rompió todas las paredes del escenario, acercándose al “público” y gritando por la necesidad de un mundo sin injusticas. Sin explotadores ni explotados. Disputando esa palabra tan importante que se apropió el enemigo; Libertad.
Aplausos.
Luego del primer momento, se subió la empinada escalera para pasar por delante de una parrilla que ya tenía su fuego encendido y se llegó al salón donde expusieron varios compañeros. Expusieron varios compañeros, desde un lugar sincero. Desde un lugar que busca el reflexionar colectivo a partir de sus experiencias concretas. En este sentido, estuvo Daniel De Santis contando como vivió el 21 y 22 de agosto en aquellos años. Como fue el clima en el laburo cuando escucharon la noticia en la radio, como fue encontrarse con los compañeros del partido tras semejante noticia, la tristeza, el dolor y entender desde un lugar totalmente distinto al Che, cuando decía que, en una Revolución verdadera, se triunfa o se muere. A Raquel Camps la escuchamos hablar sobre su padre y cómo se conocieron con su madre estando presos. La escuchamos sobre cómo fue armar los recuerdos familiares gracias a muchos testimonios de sus compañeros, ya que él fue asesinado por los militares. El lugar de los hijos en este proceso, el de difundir a los estudiantes de hoy en día toda esta gesta llevada adelante por los compañeros. La continuidad de los juicios, incluso uno llevado adelante en EEUU, ya que uno de los asesinos se encontraba exiliado en el país del norte. Para cerrar este momento, estuvo el Eduardo “Negro” Soares hablando de la importancia de la organización. De que la lucha por la Revolución, es algo para siempre, más allá del espacio político en el que te encuentres. Del problema del paso del conocimiento y experiencia entre una generación de militantes a otra cuando muchos están muertos o presos. De lo difícil que siempre es sumar compañeros, de la paciencia necesaria para eso y que si algo crece muy rápido, es que estas haciendo las cosas mal. Entre todos también se habló sobre lo aislado que estaba en aquellos años el penal de Rawson, sobre el corte del traspaso de experiencias que implico la dictadura del 76 y como los milicos en el 72 dejaron la muestra de lo que eran capaces de hacer para defender este sistema basado en la desigualdad. Cuestión que mostraron en su máximo nivel en el golpe de estado que los llevó al poder el 24 de marzo.
Surgía la pregunta sobre cuál es el rol de estos compañeros con más experiencia. La respuesta era clara: el de hacernos pensar, el de contar su experiencia en el momento más álgido de la lucha de clases en nuestro país. No para repetir como cotorras su experiencia, sino para ayudarnos a pensar la nuestra. El no tener que inventar la rueda siempre, ni hablar la pólvora. Dan ganas de escucharlos más, queda la sensación de que uno podría estar horas conversando. Quizá en algún encuentro más informal, asado de por medio, se tenga la posibilidad en algún momento.

Luego de esto se vino el momento musical. Se pudieron escuchar a los artistas Juan Carlos Panlfeto en primer lugar y luego a Abelardo. Guitarra en mano, ambos cantaron sus canciones. Canciones con mucho sentimiento y experiencia cotidiana en sus procesos de organización y lucha. Basadas en la importancia del compañerismo y en unos buenos acordes. Mención importante de Panfleto; el 22 de agosto también es el Día Internacional del Folklore. Fueron muchísimos los cantores y cantoras que dieron su vida y su música a favor de los oprimidos. Fueron, son y serán los cantores y cantoras que seguirán entonando el mundo con nuestros ojos, dolores y alegrías. Abelardo mencionó muchos de los motivos de porque lo invitaron, de sus varios motivos para quererlo y, principalmente se merece, unas felicitaciones por no solo ser parte de la jornada, sino por el subir tantas escaleras usando muletas.
La intervención de Pablo Bonavena, fue distinta. Vino a interpelar desde otro ángulo. Vino a poner en contexto lo ocurrido en Rawson. Básicamente hablo sobre “el derecho a fugarse”. Derecho no escrito y mucho menos enseñado en las universidades pero que existe y se ejerce. Se basó en no sé qué cura que hablaba del mismo, teniendo en cuenta las pésimas condiciones de encierro, a la importancia moral que tiene la fuga en los luchadores, en la importancia de volver a ser parte activa de la lucha y la baja en la moral que implica para el enemigo. También deslumbró con experiencias de fugas de los republicanos, de los anarcos, de las ocurridas en Uruguay y las llevadas adelante por compañeras. Temazo para seguir indagando.
En el patio, además del carbón haciendo los choris y las hamburguesas, estaban las fotos y las biografías de los compañeros fusilados por el ejército. Cuando decimos biografía, no nos referimos a de que club eran hinchas o su color preferido. Nos referimos principalmente a su accionar como militantes revolucionarios. Más allá de que invitamos a todos a profundizar, podemos mencionar dos cuestiones que (me) llaman poderosamente la atención: 1) la edad de los compañeros. Su juventud es deslumbrante. Veinticortos la mayoría de ellos. Re pibes. Más allá que la dinámica social en aquellos años es distinta a la actual (desde la esperanza de vida, al salario real y la posibilidad de emanciparse, etc.), las personas son en su contexto. No se puede obviar el nivel de conciencia de los compañeros. 2) Muchas de sus acciones militantes eran relacionadas a expropiaciones. ¿Quién va a pagar la Revolución? La burge, obvio. Si nosotros no tenemos guita, somos laburantes.

Nosotros no tenemos fechas para recordar, quizá por eso el 22 de agosto me resulta tan importante. Toca alguna fibra particular, quizá también como el 29 de mayo. Son procesos histórico-políticos de nuestra clase más que importantes. Después no tenemos mucho que conmemorar. Obviamente hay que mencionar el 1° de Mayo, a menor escala, el 20 de diciembre. Fecha que de apoco se viene apagando. Después son todas efemérides de compañeros asesinados por el enemigo. Más allá del sesgo generacional (cada generación tiene sus propios muertos), podemos mencionar a Darío y Maxi, Fuentealba, Luciano Arruga, Mariano Ferreyra y Santiago Maldonado.
Canción Necesaria vino a renovar el aire con sus canciones. Bombo, guitarra, charango y una dulce voz. Canciones de varias esquinas de nuestro continente y de algunos rincones más: en la plaza de mi pueblo…. Nunca lo hemos visto trabajando el arado….. sombra del monte ….. herido se va en sangre hacia la luna para vivir como vives, mejor no morir de viejo. Poesías de nuestra vida.
Entre los compas, en más de una oportunidad, salió la conversación sobre si hacer este tipo de actividades no es caer en las garras de la maldita nostalgia. La pregunta es válida y la respuesta es un contundente no. Esto se debe a que consideramos que hay que aportar nuestra parte en contra de la doble negación del PRT-ERP. La negación de la historia oficial, de la burguesía y su ideología, más allá de quien este de paso por el ejecutivo. También a la negación de la izquierda del congreso. De aquellos que buscan forzar la historia para acomodarla a sus necesidades actuales y parlamentarias. Además, la necesidad de reconocerles a los compañeros y compañeras de aquellos años todo lo que hicieron. De decirles gracias, de acariciarles el alma e, incluso, ayudar a que se den encuentros luego de muchísimos años. Porque lejos de estar en el bronce, son hombres y mujeres con las mismas tripas que nosotros. No son semi dioses. Son hombres y mujeres luchando en su contexto.
Entre los presentes también tomaron la voz los Jubilados Insurgentes, hablaron de todo lo que ocurre e implica un miércoles en el gobierno de El Arquero. También militantes de distintos espacios políticos, sindicales y sociales. Nestor Kohan estaba entre “el público”, nos quedamos con ganas de escucharlo un poco.
Las paredes del lugar donde hablaron todos los mencionados, estaban llenas de banderas, cuadros y fotos. Podemos destacar la bandera Palestina chorreando sangre, la del PCP hablando un poco sobre la “democracia” en Paraguay, del Colectivo Docente En Clase, la del gremio que hacía de anfitrión, el poster de la campaña de Reymundo, fotos de la campaña de la familia Villalba, un cuadro del Robi y uno titulado Tiempos y miradas de Revolución (Esperanza)[i].

Como se decía más arriba, la parri no podía faltar, como en todo evento popular. La bebida para el espíritu, tampoco. Todo a precio para el bolsillo del laburante. Nada de precios prohibitivos y expulsivos. Además, todo lo recaudado iba destinado a buenas causas: para la Campaña Internacional de Solidaridad con la Familia Villalba, reafirmando la exigencia de libertad para Francisca, Carmen y Laura. Como también para la campaña por la liberación de los presos políticos mapuches Facundo Jones Huala y Cruz Cárdenas.
La escultura fue hecha por Contramuro, no es la primera. Ya realizaron una con el mismo sentido que se encuentra en la Casa de la memoria imprenta del Pueblo Roberto Matthews. La escultura, hecha en hierro y con soldadura eléctrica, condensa en su pequeño tamaño una gran belleza estética y un montón de significados. Tanto de los hechos, la fuga, los asesinatos, el avión, la cantidad de compañeros, la prisión, las rejas….. como así también de lo ideológico y la subjetividad. El dolor y el ruido del penal, lo peligroso y filoso que puede ser el materialismo histórico, la unidad de los revolucionarios, la libertad y el camino de lo que se está construyendo. Emotivo, sin lugar a dudas fue el momento estrella de la tarde. El momento en que tantas jornadas de trabajo los días sábados, salen a la luz y desvelan. Brilla, y seguramente, incomode a más de uno que la vea o le pase cerca en el patio del sindicato.
Fue una jornada de encuentro. Una jornada de compañerismo. Una jornada para saber de dónde venimos, para pensar en lo que queremos construir, sin idealizar, porque el mundo de aquellos años, no existe más. Porque tenemos que asumir que la población sobrante para el capital, aumenta minuto a minuto en el mundo y en nuestro país, que cada click o cada dato, es potencialmente mercantilizable y que los trabajadores somos pobres desde el minuto en que se creó el capitalismo y su estado. Si seguimos buscando una respuesta en el pasado, estamos condenados al fracaso, al dolor y a la derrota.
Por ultimo camarada, ¡no lo dude! Vaya a Ademys, no lo dude, toque timbre. Pida permiso (también por favor y gracias) y diga que viene a ver la escultura. No se va a arrepentir.
¡Arriba los que luchan!
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A continuación, compartimos el texto que fue leído previo al descubrimiento e inauguración de la escultura:
Cuando empezamos esta idea de realizar una escultura homenaje a Trelew, pensábamos por donde arrancar y cuál sería el enfoque más apropiado para abordar el tema.
La idea que más nos fue cerrando era pensar y hablar de la fuga, de pensar la vida antes que la muerte, pensar en la irrenunciable tarea que tuvieron aquellos compañeros y compañeras desde el minuto cero para salir de la cárcel. Por eso, cuando se comienza a estudiar cómo fueron los hechos que hicieron posible la fuga del Penal de máxima seguridad de Rawson, la imagen de quienes emprendieron la tarea se agiganta.
Fueron hombres y mujeres de carne y hueso, reales…quienes hicieron de lo imposible, lo posible y realizable.
Fue en ese punto exacto cuando tuvimos más claro desde dónde empezar, qué queríamos comunicar y contar con esta escultura.
Desde ya, tenemos algunas certezas que hemos forjado en tantos años como Colectivo Cultural… rescatar obstinadamente una y otra vez la memoria histórica de las organizaciones que supo construir nuestro pueblo, de sus experiencias, porque como nos decía Rodolfo Walsh:
“Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores, la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan…”
Y como trabajadores que somos estamos orgullosos de nuestra historia, de nuestra doctrina, de nuestros héroes y de nuestros mártires.
Desde ese lugar pensamos esta escultura. Pensar la libertad -sobre todo cuando aparece una y otra vez resignificada en su contrario, en boca del enemigo- pensar la profunda convicción que tuvieron estos compañeros y compañeras cuando se organizaron para destruir y arrancar de cuajo este sistema, un sistema que se basa en la explotación de millones para el privilegio de algunos y que condena a nuestra clase a la miseria. Por ese motivo los encarcelaron, incorregibles, vencieron a las cadenas del sistema y lograron lo que parecía imposible. Sabemos y tenemos en claro lo que vino después de la fuga, la barbarie y la revancha manchada de sangre, un régimen que pensó que, matando los cuerpos, también mataba las ideas.
A 53 años de la fuga del penal de Rawson y la consiguiente masacre de Trelew, esas ideas siguen encarnando en cada lucha, en cada hombre y mujer de nuestro pueblo que se revela contra las injusticias. Porque no olvidamos, porque no bajamos las banderas del socialismo y la revolución, única garantía de igualdad para nuestra patria; porque su ejemplo renace, florece con la certeza de la razón y aunque traten una y mil veces de sepultar nuestra historia, regresa vive día a día, porque también tenemos claro que el mejor homenaje no es una escultura, el mejor homenaje es continuar construyendo nuestra Revolución…por ellos y por nosotros , porque no hay agosto sin 22, ni Trelew sin Revolucionarios.
Colectivo Cultural Contramuro.
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[i] Se puede saber más sobre ambos en los siguientes links:
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